viernes, 9 de octubre de 2015

LA DISCRECIÓN: "NO SE LO DIGAS A NADIE"



 Este tema merece ser tratado por la importancia que tiene en nuestra vida.
   ¿Es fácil la discreción? Son numerosas las ocasiones en las que me hago esta pregunta. 
Se cuentan intimidades a personas de confianza o a profesionales. Existe la tentación de contarlas a una tercera porque se necesitan temas de conversación. En ocasiones, a uno se le escapa. Sugiero varias salidas: cultivar el silencio, leer o informarse para sacar temas de conversación y  para un creyente: pedir al Señor el don de la discreción. Voy a explicar brevemente el primero y el segundo:
    - Cultivar el silencio: Esto implica aprender a ser oyente, es decir procurar hablar solamente cuando es necesario.
 - Informarse: Ponerse al tanto por medio de la lectura de libros o periódicos, de ahí que se pueda sacar temas de conversación
   Tengan en cuenta que estas propuestas son mías. Por lo tanto no se preocupen si no ayuda.




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