viernes, 9 de septiembre de 2016

¡ANTES DE CRITICAR, CONOCE!




Todos caemos en la tentación de criticar a otros, sin embargo hay que saber que el comportamiento de un individuo lleva implícito una cierta historia o pasado. A mi juicio, la opinión de una persona viene condicionada, principalmente, por un suceso que ha dejado un impacto en su vida.
    Así por ejemplo, una persona anti-religiosa lo es por una mala experiencia que ha tenido con sus feligreses o con el pastor. En consecuencia, a la hora de debatir con esas personas de religión, se tiene que hablar con delicadeza y escuchar para evitar discusiones acaloradas.
 Se trata de comprender el punto de vista  del otro, aunque sus ideas chocan con las tuyas.
Al fin y al cabo, las discusiones sólo sirven para conocer o entender la perspectiva del otro.
          
    Asimismo, cuando se habla de personajes públicos que tienen opiniones contrarias a las propias, lo primero que se hace es investigar sobre ellas, es decir saber por qué piensan de esa manera: conocer su pasado de ahí que se conozca lo que ha dado origin a su modo de ver la realidad.