Yo, como hijo de
familia numerosa, cuento mis vivencias particulares.
Soy el mayor de ocho hermanos, mis padres, a su vez, nacieron cada uno en el seno de una familia numerosa, esto es, por parte de mi padre son nueve hermanos y, asimismo, por el lado de mi madre, son también nueve hermanos. Lo bueno de
la familia numerosa no se percata sino a largo plazo, es decir, pasado de una generación a otra, como en el caso de la generación de mis padres y la mía.
Para empezar, durante
las vacaciones, una persona con muchos primos nunca se aburre, ni se plantea hacer un plan sin pensar en apuntarles a a ello, por lo menos, a un pariente suyo. Los primos son como auténticos amigos.
Por otra parte, sirven de
apoyo moral, cuando una persona se encuentra en momentos difíciles, si no están los padres para animarle
(por falta de disponibilidad), ahí están los tíos.
Todo esto sin olvidar los beneficios de tener a los propios hermanos, que son así como; nos ayudan a ser
menos egocéntricos, es decir que nadie es el foco de atención y nos enseñan a
trabajar "en equipo"
Para acabar, mando mis apoyos a todos lo que tienen o piensan tener una familia numerosa.
También, resaltar que
no pretendo desestimar a
las familias pequeñas, puesto que cada cual por cualquier motivo o circunstancia no puede
El perdón, en cambio, aunque debo reconocer que es muy difícil, es la mejor reacción ante el ofensor. Pues, al perdonar se promueve la paz entre las dos partes. Muchas veces una de ellas, sobre todo el que ofende no se arrepiente. Sin embargo, perdonar también da paz interior al ofendido. Al principio, no se trata de sentirse bien tras perdonar (pues raras veces se da) sino de un acto de 
