viernes, 30 de octubre de 2015

LA IMPORTANCIA DE LA ESCUCHA





Uno de los defectos que tenemos las personas es el de no dejar hablar al prójimo. En otras palabras, no saber escuchar. ¡Cuánto aprenderíamos si supiéramos escuchar! ¿Por qué es tan difícil saber escuchar? Hay un sinfín de respuestas a la pregunta. Sin embargo, les voy a dar una respuesta sencilla. Se trata de la soberbia. Es un defecto común. Pues todos somos soberbios. La soberbia es lo que  hace que nos sintamos superiores a los demás; nos impide tener en cuenta la opinión de los demás.
    A causa de ella, no nos damos cuenta de lo que se llega a saber del otro. Cada individuo tiene alguna experiencia o conocimiento que compartir.
Tampoco escuchamos por no compartir la misma ideología política o religiosa. En consecuencia, a la hora de comenzar una conversación, de entrada, hacemos oídos sordos a la perspectiva del otro.



Te escucho
Si repasáramos la historia veríamos que de  los personajes históricos que conocemos, ninguno de ellos eran de la misma religión ni apoyaban la misma ideología política pero tenían algo que aportar. Ya fuera su cultura, su filosofía etc. Se trata de personas como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Madre Teresa de Calcuta. Y de ellos hemos aprendido mucho.


  


miércoles, 14 de octubre de 2015

¡A TRIUNFAR!




A menudo nos olvidamos del verdadero significado del éxito. Triunfar no consiste en lograr puestos de alto cargo ni llegar a tener una fama mundial
En mi opinión, ser exitoso implica alcanzar metas pequeñas. Me atrevo a decir que admiramos a los individuos que, aun teniendo dificultades, logran salir adelante. Una persona enferma que llega a vivir el día a día con una sonrisa es exitosa. 
Creo que el éxito lleva implícito el mérito. La capacidad de esfuerzo es un éxito. Pues es digno de reconocimiento.
  Espero que lleguemos todos a comprender mejor el éxito.... a triunfar!

viernes, 9 de octubre de 2015

LA DISCRECIÓN: "NO SE LO DIGAS A NADIE"



 Este tema merece ser tratado por la importancia que tiene en nuestra vida.
   ¿Es fácil la discreción? Son numerosas las ocasiones en las que me hago esta pregunta. 
Se cuentan intimidades a personas de confianza o a profesionales. Existe la tentación de contarlas a una tercera porque se necesitan temas de conversación. En ocasiones, a uno se le escapa. Sugiero varias salidas: cultivar el silencio, leer o informarse para sacar temas de conversación y  para un creyente: pedir al Señor el don de la discreción. Voy a explicar brevemente el primero y el segundo:
    - Cultivar el silencio: Esto implica aprender a ser oyente, es decir procurar hablar solamente cuando es necesario.
 - Informarse: Ponerse al tanto por medio de la lectura de libros o periódicos, de ahí que se pueda sacar temas de conversación
   Tengan en cuenta que estas propuestas son mías. Por lo tanto no se preocupen si no ayuda.