Alguien puede ser héroe llevando a cabo grandes hazañas como pueden ser los soldados que luchan en la guerra. Tiene mucho mérito alistarse en la mili porque uno deja a su familia y arriesga su vida por la patria. ¡Esto es amor a la patria!
También se puede ser héroe siendo valiente*. No es fácil ser valiente. Pues requiere superar el sentido del ridículo; podría significar perder a los amigos, los que no comparten los mismos valores que tú.
      En consecuencia, como he dicho al principio, somos héroes en nuestro quehacer de cada día así como en nuestras profesiones.  Cada individuo es digno de admirar si aprovecha sus talentos, sus capacidades. Sin embargo, se ha de tener cuidado con no compararse. Si nos comparamos, nos podemos desanimar. Pues siempre nos vemos superados por el otro y eso nos impide ver con claridad el héroe que somos.
* Véase "La valentía" en este blog